miércoles, enero 13

El sueño de anoche

No es mucho, pero es todo. Por alguna parte hay que empezar y yo empece por la parte que mas me gusta. Mi novio.
Habia una vez... Una ella, y ella lo tenia a el. El con el mundo en sus ojos. Ella lo quería y el la correspondía con ese amor tierno y suave que arrucha como canción de cuna. Un día el tuvo que realizar un viaje, para llenarse de energía y de buena vibra y ella sabiendo que el lo merecía y que seria bueno para el, lo despidió con un beso.
Pasaron los días, y ella seguía sintiéndolo cerca, aunque el no estuviese a su lado. Algunos días tuvo miedo, de que el se alejara de ella mientras los kilómetros se colocaban en medio. Pero luego cerraba los ojos y pensaba en su sonrisa y decidía confiar en el. Y el también la extrañaba, pero sabia que nada malo pasaría con algunos días de distancia.
Sin embargo, ambos en la distancia sentían que sus cuerpos querían acercarse. Era casi una necesidad. La piel de ella llamaba a gritos las manos de el, la boca de el pedía con urgencia los labios de ella. Y una noche, mientras ambos dormían una fuerza superior se apiado de ellos y los encontró en sueños.

Estaban en el lugar donde habían viajado tanto sin moverse, la cama en donde poco a poco y sin palabras se habían empezado a descubrir.
El la acariciaba, y ella lo urgía a que la tocara mas, estaba desesperada por su contacto. Pero el quería disfrutarla, quería disfrutar cada momento así que alargaba la situación con sus caricias. Ella disfrutaba sintiéndolo pero a la vez quería mas, simplemente no era suficiente con sus caricias, lo quería todo, la paciencia nunca fue su fuerte. Y el lo sabia. Le daba besos poco a poco, siempre dejándola con hambre de mas, saboreando sus ansias. Ninguno de los dos podía hablar, solo sentir, solo tocar, solo explorarse. Manos hablando mas que la boca. Pero ella no podía resistirlo mas, y el, que tanto había esperado por tenerla no pudo aguantar un segundo mas estando lejos de ella. Era necesario tenerse cerca de todas las formas posibles...

Pero entonces la vida volvió a ser vida, el mundo volvió a girar y el día soltó un tímido sonido en forma de alarma, para recordarle a ella que la paciencia trae grandes recompensas.
Mientras ella sueña con el, lo espera despierta. La ella de el sigue esperándolo.