De moldes y hombres...

Ella me pidió que se lo dibujara con letras...Para ver si algún día el hombre ideal dejaba de ser letra para convertirse en carne...

Que tarea tan difícil la que se me ha impuesto...El hombre ideal...Tal vez podría salirme por la vía fácil  decir lo que se ha dicho mas de mil veces, escribir lo típico  describirlo como un hombre tierno, fiel, cariñoso, leal, sincero, divertido, bonito, humorista, amable, romántico  un poco cursi, un poco celoso ( No mas de lo necesario), realista, soñador, independiente, inteligente, fuerte, capaz, ambicioso (Lo necesario para pelear por sus sueños...), buen amante, y gran besador. 

Sin embargo...Leer todo eso...Imaginarme a alguien con todo eso...Me asusta, porque aunque seria todo lo que yo pedí no seria ni la mitad de lo que yo quisiera...Seria aburrido de lo tan perfecto, seria ver que el tiene todo eso y a mi me falta mas de la mitad, es pedir un ser perfecto para una completa imperfecta...Y ahí es donde me doy cuenta que aunque mi hombre ideal contiene todo eso que pido, no tiene lo que yo quiero...

Y es que en el fondo a las mujeres nos gusta que nos enloquezcan, que no entendamos, que nos confundan, que nos frustren y sobre todo que nos den en que gastar el tiempo pensando, mi hombre imperfecto ideal (nueva categoría que me parece mas adecuada) Tiene que ser un hombre que literalmente, me enloquezca, que tenga esos defectos que me hagan pensar que es un idiota, que no lo soporto, y que lo amo como a nadie, tal vez, el pensara lo mismo de mi, que soy insoportablemente adorable, que estoy loca y que la mayoría del tiempo me considere una inmadura emocional...Y después de todo eso, de ser un gran conjunto de defectos que cohabitan en dos personas, ambos nos queramos con cada uno de esos defectos y si no fuéramos así, imperfectos, no nos querríamos ni tanto ni tan poco... Nos tendríamos uno al otro para enloquecer, amar, odiar, desear, anhelar, perder, tener, recuperar...Todo en uno...

Y mientras tanto, el allá  yo acá  ambos sumando equivocaciones, ambos ganando defectos, ambos aprendiendo virtudes, ambos esperando sin saber el día en que seamos perfectamente imperfectos y hechos y deshechos el uno para el otro...